En este artículo te explicamos al detalle en qué consiste una sociedad offshore y porqué están tan mal vistas, en la gran mayoría de casos, por puro desconocimiento.
¿Qué son las sociedades offshore?
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Cuando hablamos del término offshore nos estamos refiriendo a una ubicación que se encuentra fuera del territorio nacional. Teniendo en cuenta esto puedes utilizar este término para cualquier tipo de sociedad que se encuentre fuera de su país de origen, básicamente refiriéndonos a ellas como sociedades offshore.
Estos casos son habituales en muchas empresas, ya que algunas cambian de país en busca de una fiscalidad más favorable y con ello evitar impuestos. Una sociedad offshore es aquella que tiene su sede en el extranjero, es decir, en cualquier país que no se corresponda al suyo de origen.
Qué usos se les suelen dar a este tipo de sociedades
Las sociedades offshore generalmente se conciben para facilitar el comercio a nivel global. Gracias a estas sociedades se pueden cerrar contratos y ventas mientras evitan los impuestos y obligaciones que suelen ser habituales en este tipo.
Estas sociedades offshore no se rigen nunca por la estructura fiscal del país de donde son originarias y siempre se encuentran sujetas a un régimen fiscal mucho más favorable que el que pudieran encontrar en su propio país.
Además, en el país en donde se suelen concebir se fomentan este tipo de sociedades. El propósito de estos países es el de promover la flexibilidad empresarial y, por lo tanto, facilitar en una gran medida los negocios.
¿Cuáles son sus características?
Las sociedades offshore comparten una serie de características a través de las cuales las podemos identificar rápidamente.
- Para empezar, no tienen su sede en cualquier país extranjero, sino que suelen encontrarse en paraísos fiscales. Esto implica que este tipo de sociedades paga muy pocos impuestos.
- Otra característica que es una de las principales razones por las cuales este tipo de sociedades generan rechazo y mala reputación corporativa, es porque no generan ninguna actividad económica en el país donde fueron constituidas.
- La constitución de las sociedades offshore habitualmente es de lo más sencilla y también destacan por no contar con gastos de auditoría o contabilidad debido a que no tienen ninguna obligación de presentar cuentas anuales.
- Las sociedades offshore también se caracterizan por no tener la obligación de llevar a cabo juntas de accionistas o de socios y también destacan por contar con un mantenimiento anual de lo más bajo posible.
Sin embargo, todos estos costes bajos y escasos mantenimientos no implica que estas sociedades muevan poco dinero, al contrario, suelen ser sociedades con un alto capital y cuentan con un gran volumen de negocio.
Algunos tipos de Sociedades Offshore
Existen varios tipos de sociedades offshore. Uno de los más habituales son las Offshore IBC, que son las Corporaciones Internacionales de Negocios. Estas sociedades suelen facilitar la inversión en el extranjero y también sirven de puente para una gran cantidad de operaciones a dentro del real estate.
También es posible encontrarse con Sociedades Limitadas Privadas además de Sociedades de Responsabilidad Limitada.
Es lo mismo tener una Sociedad Offshore que una empresa en un paraíso fiscal
Debido a la mínima cantidad de impuestos que se asocian a las sociedades offshore y a las empresas en paraísos fiscales es habitual que muchas personas las confundan. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, se tratan de dos entes bastante bien diferenciados.
La principal diferencia que existe entre el paraíso fiscal y la sociedad offshore se encuentra precisamente en los impuestos. En un paraíso fiscal no hay impuestos para los residentes. Por otro lado, una empresa offshore es aquella que se encuentra fuera del país en donde fue concebida.
A pesar de que lo más habitual es que las empresas se encuentren en un lugar donde puedan pagar menos impuestos, esto no es estrictamente necesario. Con esto queremos decir que una persona que resida en España podría abrir una empresa offshore en Estados Unidos y en ningún caso estaría evadiendo impuestos o disfrutando de una rebaja como en un paraíso.
La principal confusión se suele deber a que muchas de las empresas offshore lo que realmente buscan es esa rebaja de impuestos dentro de la ley. De hecho, cuando se abre una offshore en un país con impuestos también se conoce como onshore.
Beneficios de una empresa Offshore
Una empresa offshore cuenta con muchos más beneficios que la nula carga impositiva con la que suelen contar. Además de esto, estas sociedades suelen contar con acuerdos de confidencialidad lo que permite llevar a cabo de forma mucho más segura ciertos negocios importantes.
Además de los pocos impuestos, las sociedades offshore no cuentan apenas con gastos de gestión como hemos visto. Ya no solo se debe a que cuentan con unos requisitos mínimos para poder formar la sociedad, sino que también prácticamente no deben de rendir cuentas de la misma forma que si se encontrasen en su país de origen.
Otro de los principales beneficios de una empresa offshore es que cuenta con una gran flexibilidad empresarial. Estas empresas podrán contar con sus propias normas y no tendrán que atenerse a ninguna legislación vigente. Por ejemplo, pueden gestionar por su propia cuenta los pagos de los dividendos a sus socios como más le convengan.
Finalmente, una empresa offshore tiene muchas facilidades de cara a poder traspasar acciones y activos y se encuentra bien protegida ante las demandas superfluas que la podrían llegar desde su país de origen. Esto es una garantía de seguridad más que suficiente para sus fundadores.
Una empresa Offshore es el camino legal para la elusión fiscal, que viene a ser pagar menos impuestos dentro de la ley. Si tu empresa tiene una responsabilidad social corporativa alta, es posible que no debas optar a este tipo de sociedades.