En este artículo te explicamos lo que es el silencio administrativo y cómo debemos actuar si este es positivo o negativo.
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¿Qué es el silencio administrativo?
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El silencio administrativo es un mecanismo que existe para proteger a los ciudadanos ante cualquier incumplimiento que se lleve a cabo por parte de la Administración Pública en alguno de sus procedimientos resolutivos.
Para entenderlo mejor, el silencio administrativo se utiliza cuando un procedimiento administrativo, sin importar que haya sido iniciado por un particular o de oficio, y la Administración Pública no ha cumplido con el periodo de tiempo del que dispone para tomar una decisión y resolver dicho procedimiento.
Plazos del silencio administrativo
Para que se produzca el silencio administrativo a la Administración Pública se le tiene que pasar el plazo. En este caso el plazo del que dispone es de tres meses, un plazo en el que debe de dictar su resolución y notificarla a las partes afectadas.
Por otro lado, existe una norma reguladora por la cual la propia Administración Pública tendría más plazo si el procedimiento es complicado. En este caso el plazo se puede convertir en el doble, es decir, se ampliaría hasta los seis meses.
Independientemente de si son tres o seis los meses de los que dispone la Administración Pública, si se pasa el tiempo se procederá con el silencio administrativo.
¿Qué tipos de silencio administrativo existen?
El silencio administrativo puede ser de carácter tributario, positivo o negativo.
En el caso de que sea de carácter tributario se interpretará de acuerdo a la normativa que se pueda aplicar. En el caso de que sea un procedimiento de aplicación de tributos o para recursos de revisión en cuestiones tributarias, la propia Administración y los tribunales deberán de pronunciarse.
Por otro lado, el silencio administrativo positivo es aquel que produce efectos beneficiosos para los interesados. Por el contrario, el silencio administrativo negativo es aquel que produce efectos negativos en estos.
Vamos a verlos un poco más al detalle:
¿Qué es el silencio administrativo positivo y negativo?
Que a la Administración Pública se la acabe el plazo a la hora de tomar diferentes decisiones tiene repercusiones en los interesados.
Dependiendo de la cuestión de la que se trate, esta ausencia de resolución puede ser positiva o negativa.
Lo podemos ver mejor con algún ejemplo.
Imaginemos que un individuo es sujeto de una sanción, pero esta no es notificada a tiempo por parte de la Administración Pública. Es evidente que esta ausencia de notificación es algo positivo para el individuo ya que se puede librar de la multa.
Por otro lado, si estamos esperando respuesta por parte de la Administración Pública ante cualquier tipo de demanda que sea favorable a nuestros intereses y no tenemos respuesta, esto sería negativo.
¿Cómo funciona el silencio administrativo positivo?
Cuando la Administración no ha sido diligente y no ha dictado ninguna resolución en el plazo que la corresponde o no la ha notificado es cuando el silencio se convierte en un silencio administrativo positivo.
Llegado a este caso la Administración podrá llevar a cabo una resolución posterior, sin embargo, esta resolución solo podrá ser estimatoria de acuerdo a nuestras pretensiones, es decir, en ningún caso puede dictarnos un efectivo negativo una vez que se ha acabado el plazo del que disponía la Administración.
Para entenderlo mejor, el silencio administrativo cuando es positivo siempre va a favorecer a los interesados en la resolución. Por otro lado, la Administración puede considerar que el acto es ilegal, contrario al derecho o que perjudica a los intereses públicos.
En este caso es importante tener en cuenta que no puede dictar una resolución desestimatoria que deje dicho acto sin ejecutar por no haber contestado a tiempo o fuera de plazo. Si este fuera el caso, podría recurrir sin problema. Por este motivo el silencio administrativo positivo nunca es del todo definitorio, dependiendo de cómo sea el caso se podrá revertir.
Finalmente, es importante tener en cuenta que nunca será silencio positivo salvo algunas excepciones. Estas excepciones tienen que ver con aquellos supuestos que estipulen lo contrario a través de una norma que tenga rango de ley o que tenga que ver con el Derecho de la Unión Europea o internacional que se pueda aplicar a España.
Una vez que se haya estimado el silencio positivo se podrá dar con la finalización del procedimiento. En este caso, esta finalización tendrá el mismo carácter que cuando se trata de un acto administrativo finalizador, es decir, el proceso será plenamente como acabado y resuelto para las partes.
¿Qué recurso cabe contra el silencio administrativo?
Por su parte, el silencio administrativo negativo se producirá cuando no se haya notificado en el plazo debido las demandas del interesado. En este caso las más habituales son el derecho de petición por parte del interesado, facultades que tuvieran que ver con el dominio público u otro tipo de actividades.
Si se produce el silencio administrativo negativo tenemos dos opciones ante las cuales podemos recurrir para evitar la desestimación por silencio administrativo negativo.
En primer lugar, podemos esperar a que exista una resolución por parte de la Administración. Esto se debe a que es posible que dicha resolución no se encuentre vinculada al sentido desestimatorio del silencio, es decir, cabe la posibilidad de que la resolución sea estimatoria o positiva y no tiene que ser necesariamente una negación en sí.
La otra opción que tenemos es la de interponer el recurso correspondiente a través de la vía administrativa. Podemos interponerlo también a través de los juzgados o los tribunales de la misma forma que si se tratase de un acto desestimatorio. Llegados a este caso es importante tener presente que no existe ningún tipo de plazo para recurrir a este silencio negativo.