El derecho al olvido, que desde 2014 obliga a los buscadores de internet a eliminar de las búsquedas entradas con información que afecte al derecho a la intimidad y a la imagen, ha supuesto el desarrollo de un nuevo sector empresarial dedicado a la reputación en internet, en ocasiones con prácticas ilegales que ponen el peligro el derecho a la información.